viernes, 4 de diciembre de 2009

Caso de niño integrado, Tamara Moraga M.-


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Escuela de La Florida implementará un nuevo modelo de integración
Para niños con trastornos del desarrollo:

Hace tres años, el niño Martín Barros hizo noticia por no poder encontrar un colegio que lo recibiera debido a su disfasia, un trastorno del desarrollo que lo hace aprender de un modo distinto al de sus compañeros.Tras aparecer en la sección "Cartas" de El Mercurio, y de sensibilizar a muchas personas, el caso tuvo un feliz desenlace, no sólo porque hoy Martín es un escolar integrado, sino porque a partir de él se creó la Fundación Mírame, que busca sensibilizar al mundo escolar sobre los niños con trastornos del desarrollo.Esta semana la Fundación Mírame está inaugurando un plan piloto que desarrollará un nuevo modelo de integración. Se aplicará en la Escuela Belén O'Higgins, de La Florida, y, a partir de esta experiencia, podría ser aplicado en otros establecimientos.Dar herramientas"En los colegios hay una tendencia creciente a la integración, pero una vez que lo hacen, no saben muy bien qué hacer con estos niños. Hay un desconocimiento de los profesores en relación a cómo son estos escolares y cómo se trabaja con ellos", advierte la neuropsiquiatra Amanda Céspedes, una de las directoras de la Fundación Mírame y quien liderará el plan piloto.El 25% de los niños chilenos tiene algún tipo de trastorno del desarrollo. Entre éstos, figuran el déficit atencional, la disfasia y otros del espectro autista, como el síndrome de Asperger.Los niños que los presentan deben estudiar integrados en colegios normales y no en escuelas especiales, ya que así se contribuye a su desarrollo. Por eso, la Fundación Mírame se ha centrado en dar herramientas a los profesores para trabajar con estos escolares.A eso apunta el piloto con la Escuela Belén O'Higgins, particular subvencionada, que atiende a más de 400 niños, 47 con necesidades especiales.Uno de ellos es Cristián Torres, cuya madre, María Eliana Yáñez, llegó a la fundación buscando ayuda: "A mi hijo le estaba costando integrarse y me entró el pánico de que no pudiera seguir en la escuela. Alguien me habló de Mírame y partí para allá".El interés de la escuela se reflejó en que sus 30 profesores asistieron en masa a la capacitación que ofreció la fundación en la Municipalidad de Vitacura. "Arrendamos una micro y partimos todos", cuenta Estela Rodríguez, coordinadora del Proyecto de Integración de la escuela.Este año, se hará un rediagnóstico de los niños y se capacitará a los profesores, explica Amanda Céspedes. Después se aplicará un modelo basado en las neurociencias, "que permite entender qué es lo que le ocurre a cada niño, cuáles son sus déficits pero también sus talentos, y cómo trabajar con ellos"."Nuestros profesores están motivados a capacitarse. No queremos a los chiquillos de adorno. Tienen que aprender".ESTELA RODRíGUEZPsicopedagoga

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